Los recursos estilísticos

Cuando una persona quiere escribir un texto literario, no sólo procura expresarse con corrección, sino que además selecciona las palabras que le parecen más bonitas, más expresivas o más sugerentes.

Existen varios procedimientos para dar expre-sividad o forma artística a un mensaje. Estos procedimientos son los recursos estilísticos, que pueden ser de carácter fónico, gramatical o semántica.

1).- Recursos de carácter fónico

Los recursos de carácter fónico son aquellos que juegan con los sonidos de las palabras. El escritor emplea los fonemas para crear distintas sensaciones, bien de musicalidad, bien de evocación de imágenes o simplemente intenta transmitir con ellos sentimientos comparables a los que se perciben a través de la música.

Aliteración. Consiste en la repetición inten¬cionada de sonidos en palabras próximas:

El ala aleve del leve abanico.

En el verso anterior, la repetición del sonido /l/ crea una sensación de ligereza.

Onomatopeya. Consiste en la imitación de sonidos o ruidos de la realidad por medio de la palabra, para vincularlos con el sentido:

De repente, ¡plaf!: un portazo.


A veces, la onomatopeya se produce mediante una aliteración (Pastor que con tus silbos amorosos…), y hay palabras basadas en la onomatopeya (chapotear, zigzag).

Paronomasia. Es la utilización de parónimos, es decir, palabra que tiene una cierta similitud de sonidos pero significados distintos:

Compañía de dos, compañía de Dios.

2).- Recursos de carácter gramatical

Los recursos de carácter gramatical son aquellos que se refieren al ordenamiento de las palabras o a su disposición dentro del enunciado.

Epíteto. Es cualquier adjetivo que posee un valor estilístico. El más recurrente es el que pone de relieve las cualidades propias del sustantivo:

Cual queda el blanco cisne cuando pierde la dulce vida entre la hierba verde.

Anáfora. Consiste en la repetición de una o varias palabras al comienzo de varios versos
de varios enunciados:

Amor que nace, amor que vuela,
amor que surge del centro de la tierra.

Hipérbaton. Consiste en la alteración del orden lógico y usual de las palabras (aunque en castellano este orden no es rígido, la construcci6n general suele ser la de sujeto-¬verbo-predicado) :

De las manos de su madre los hijos lo mejor toman.

El orden normal de las palabras sería el siguiente:

Los hijos toman lo mejor de las manos de su madre.

Sin embargo, el autor ha recurrido al hipérbaton para conseguir que su oración adquiera un ritmo especial, que desaparecería si se ordenaran las palabras.

Polisíndeton. Consiste en la repetición de conjunciones:

Y llegaron en barcos, en aviones, en coches, y lo ocuparon todo y lo destrozaron todo y se marcharon como hablan llegado.

Asíndeton. Consiste en suprimir las conjunciones:

Llegué, vi, vencí.

Elipsis. Consiste en la supresión de algunos elementos del enunciado para alcanzar armonía o fuerza expresiva:

Lo bueno, si breve, dos veces bueno.
(Lo bueno, si es breve, es dos veces bueno.)

3).- Recursos de carácter semántico.

Son aquellos que se refieren al significado de las palabras.

Hipérbole. Consiste en una exageración intencional de la realidad con el fin de obtener un enunciado más expresivo:

Tanto dolor se agrupa en mi costado.
que, por doler, me duele hasta e aliento.

Personificación o prosopopeya. Consiste en atribuir a seres inanimados cualidades propias de los seres animados:

Y los ríos te cierran el camino
y las flores te llaman con mi voz

En el habla cotidiana también usamos este recurso:

El sol acariciaba su piel.

Comparación. Consiste en la presentación de dos realidades, entre las que se establece una relación de semejanza. La belleza de la comparación reside en su originalidad: con qué ser comparamos al otro:

Porque mi patria es hermosa
como una espada en el aire.

Metáfora. Consiste en la identificación de dos términos, uno de los cuales es el término (A) y el otro es el término evocado o metafórico (B).

Si los dos términos aparecen mencionados se trata de una metáfora impura y se denomina imagen:

La guitarra (A) es un pozo (B)
Con viento en vez de agua

Si se omite el término real (A) y sólo aparece el metafórico (B), se produce una metáfora pura:

Ríense las fuentes
tirando perlas (B) … = gotas de agua (A) ...
a las florecillas
que están más cerca.

Antítesis. Consiste en contrastar dos realidades con el fin de realzarlas:

Es un soñado bien. Un mal presente.
Es un breve descanso. Es un muy cansado.

Sinestesia. Consiste en atribuirle a un objeto una cualidad que no le puede corresponder, porque el objeto y la cualidad se perciben por sentidos distintos.

Aquel ruido frío, cortante, vertical,
que ya tanto conocía.

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